
La tecnología, sin lugar a duda, cumple un rol clave en nuestro día a día. Esto quedó en mayor evidencia en los últimos meses, especialmente por ser el medio predilecto para mantener las interacciones durante el distanciamiento social.
Este hecho nos deja ver que la tecnología no solamente posee una dimensión digital, sino también una muy humana que se ha quedado rezagada frente al rápido desarrollo de la primera, sin embargo, nos damos cuenta que las exigencias laborales y sociales están buscando darle un giro a esta lógica.
A inicios del 2020, LinkedIn, una de las mayores redes laborales y de búsqueda de trabajo del mundo, publicó un estudio sobre las habilidades con mayor demanda y llegó a la conclusión de que los reclutadores, buscan cada vez más perfiles que combinen habilidades duras y blandas, con la creatividad encabezando la lista de atributos deseados. Asimismo, se proyecta que las soft skills aumentarán de valor a medida que avanza la tecnología y la automatización.
Estos indicadores son un reflejo de los cambios derivados de la transformación digital en las organizaciones y relaciones laborales de todo tipo. Cada vez más, las empresas buscan personas que manejen herramientas técnicas para los nuevos retos profesionales, pero también las habilidades blandas - que difícilmente se pueden automatizar - cada vez toman un protagonismo importante frente a las nuevas dinámicas relacionales que se generan a partir del lavoragine de cambios constante.
Junto a Loreto Naranjo, People & Culture Director de Imagemaker, te compartimos unos tips que nuestros makers ponen en práctica y que te ayudarán a desarrollar día a día tus habilidades blandas digitales:
1. “Saludo antes del laburo”
Por una sana relación, te recomendamos saludar a tus contactos antes de entrar en la arena laboral.
Una de las consecuencias del teletrabajo, es que muchas veces los tiempos de entrega se acortan y necesitamos información de manera inmediata. Esto, sumado a que estamos en constante contacto a través de los canales de comunicación digitales con los compañeros, incluso fuera del trabajo del horario laboral, puede resultar en que nos olvidemos de las costumbres básicas de saludar y despedirse.
2. “Revisa tu texto antes de enviar en seco”
¡Detente! procura que el primer mensaje tenga un saludo, la conversación un tono adecuado y un cordial final.
Una buena técnica es hacer una pequeña pausa antes de apretar el botón de enviar para verificar si el mensaje que envías tiene un saludo y tono adecuado.
3. “Nunca es tarde para ser amable”
Es normal que en estos tiempos andemos un poco más acelerados y se nos olvide saludar y/o despedirnos de nuestros compañeros sin darnos cuenta ¡a todos nos pasa! pero nunca es tarde para remediarlo.
4. “Mejor llamar para conversar”
Escuchar la voz de tus compañeros puede generar cercanía positiva para el equipo.
Sabemos que, especialmente las generaciones actuales, prefieren los mensajes instantáneos, sin embargo, para mantener la cercanía entre el equipo, nunca está de más sustituir un mensaje por una llamada.
5. “Estar atento y hacer seguimiento”
Preocúpate por cómo se está sintiendo tu equipo y sus cercanos.
Si bien la tecnología acorta tiempo y distancias, también nos impide la cercanía que nos habilita a percibir situaciones, emociones y circunstancias. Por eso, te invitamos a estar más atentos que nunca a las necesidades del equipo y ser empáticos con el resto, especialmente en estos tiempos complicados. Además de detectarlos, proponemos hacerles seguimiento y ofrecer la ayuda correspondiente.
6. “Involúcrate.. pero ¡ubícate!”
Apoyar al equipo es importante, pero respeta la vida personal de cada uno.
En este punto, es primordial saber leer el contexto. Cada situación y cada persona es diferente, por lo que es necesario respetar las distintas realidades y dar el espacio que sea necesario.
7. “No te preocupes.. ¡Mejor ocúpate!”
Frente a las problemáticas, busca una solución que beneficie al equipo. No te quedes dando vueltas en el problema.
Muchas veces los equipos son capaces de identificar problemáticas que los aquejan, sin embargo, se gasta mucho tiempo tratando de averiguar cómo surgió, el responsable o quién debería solucionarlo. Si bien es importante aprender de estas situaciones, es aún más relevante proponer soluciones que permitan salir del asunto por el bienestar del grupo.
8. “Para mejores resultados hay que estar relajados”
No todo es trabajo, conéctate con tu equipo a otros niveles y hazles sentir lo importante que son para lograr el éxito.
Para alcanzar grandes resultados, debe existir una coherencia entre los equipos de trabajo. Aprovecha las ventajas de la tecnología para hacer actividades extralaborales que permitan conocer más a tus compañeros y generar más y mejores vínculos.
Cabe destacar que además de las capacidades y habilidades técnicas es de suma relevancia la salud, el bienestar y la felicidad de los colaboradores, porque la productividad de cada persona depende de su estabilidad física y mental.
Sobre esto, Loreto Naranjo comentó “No se trata sólo de cumplir protocolos, si no, son pequeñas acciones humanas que hacen la diferencia. Hay que darse tiempo de leer el entorno y ser un pilar de acompañamiento en estos momentos difíciles”.
Con esta transformación tecnológica surge un nuevo papel de las personas; se trata entonces de una gestión del cambio, un aprendizaje enfocado en esas habilidades humanas. Perfiles con un gran desarrollo de habilidades blandas es lo que se demandará en el mundo laboral para afrontar las nuevas relaciones, incluidas las relaciones tecnología y humanidad.